Plan Nacional de Desarrollo fortalece libertad Religiosa, de Cultos y de Conciencia en Colombia
Con la votación definitiva del Plan Nacional de Desarrollo, se dio un paso histórico que apunta en la dirección correcta para sentar las bases de una Cultura de Paz en Colombia, gracias a la aprobación de la Política Pública de Libertad Religiosa, de Cultos y de Conciencia.
La propuesta original venía en las bases del Plan Nacional de Desarrollo, como resultado del trabajo articulado del Gobierno Nacional, en especial del Ministerio del Interior. Sin embargo, la trascendencia del tema, hacía que fuese necesaria su inclusión dentro del articulado definitivo que se aprobó en la noche de ayer.
En consecuencia, se llevó a cabo un trabajo de construcción colectiva en el que participaron líderes y lideresas religiosas del país, pertenecientes a diversas confesiones,congregaciones y confederaciones. La proposición fue radicada por las Bancadas del Movimiento Mira y del Partido Liberal en la Cámara de Representantes, y finalmente contó con el acompañamiento de todas las colectividades en el Congreso de la República, para su aprobación definitiva.
De acuerdo con el nuevo Plan Nacional de Desarrollo, el Ministerio del Interior promoverá el reconocimiento de las Organizaciones Civiles basadas en las Libertades Religiosa, de Cultos y de Conciencia, y además, formulará y actualizará la Política Pública de manera participativa, en términos de Igualdad y Equidad, destacando su aporte al bien común local, regional y nacional.
“El respeto por las libertades fundamentales, y muy especialmente la Libertad Religiosa, de Cultos y de Conciencia, es un tema que tradicionalmente ha preocupado al Movimiento MIRA, y por el cual trabajamos decididamente en país y fuera de él”, señaló el doctor Carlos Alberto Baena, Presidente del Movimiento MIRA.
Por su parte, el Representante a la Cámara por Bogotá, Carlos Eduardo Guevara y Vocero de la misma Colectividad en el Congreso, resaltó: “Consideramos que esta propuesta aporta sin reparos a la construcción de la Cultura de Paz que requiere Colombia, y sobre todo, a la práctica permanente de la Convivencia con Respeto en los asuntos cotidianos de cada comunidad, pueblo, municipio y departamento del territorio nacional”.