Ciudadanos invisibles: Los inmigrantes ¿Quiénes son?

migranteLos inmigrantes que llegan a Chile son hombres y mujeres que han tomado la decisión de migrar en la búsqueda de mejores condiciones de vida. Llegan primeros solos y la gran mayoría son mujeres -un 54% según Casen 2009-, fenómeno conocido como la “feminización de la migración” y que es característico de los flujos migratorios contemporáneos. 

Las motivaciones por las cuales se inicia el proyecto migratorio varían en cada caso, así distinguimos razones de orden individual como buscar mejores perspectivas de desarrollo profesional, de orden familiar como alcanzar una mejor calidad de vida para sus integrantes y también las personales, como seguir a familiares y conocidos que ya partieron. Sin embargo, existe un patrón común que los une: la búsqueda de mejores expectativas de vida, materializadas en un incremento de los ingresos para ellos o su familia.Esta es la historia de muchos extranjeros que han migrado a Chile durante los últimos diez años.

Cuando nos adentramos en las historias de los inmigrantes, reconocemos que el proceso migratorio no está exento de dificultades como la llegada a la ciudad, el reconocimiento de la sociedad receptora, el establecimiento en los barrios y la posterior búsqueda de vivienda, muchas veces precaria y en condiciones de
inhabitabilidad por el deterioro de las instalaciones de servicios básicos y estado de conservación de los inmuebles, a los que ellos acceden por constituirse en un mercado de vivienda más flexible, en términos de arriendos más baratos y sin mediar contratos con requisitos de permisos de residencia y antigüedad laboral.

Por su parte en el ámbito laboral, significativo es el que muchos inmigrantes se empleen en labores para las que están sobrecalificados, aceptando puestos laborales que requieren menor escolaridad e instrucción que la que poseen.

Los problemas que les atañe solo a ellos como sujetos inmigrantes son muchas veces invisibilizados, tal vez, los vinculados con la esfera laboral, son los más conocidos gracias a su difusión en la prensa, un ejemplo claro fue el caso de trata de personas con fines de explotación laboral en el sector agrícola el año 2011.

La protección a los inmigrantes, se funda en el reconocimiento de los derechos sociales, culturales, económicos y políticos, basados en el respeto de las personas, se refiere en comprender que los derechos de los ciudadanos son para todos, y que estos derechos no se pierden por el cambio de lugar de residencia.
Cuando se invisibliza y no se reconoce en el “otro” su condición de ser humano, el respeto se pierde.

Por: Daisy Margarit es Directora de la carrera de Trabajo Social de la Facultad de Ciencias sociales de la Universidad Central. Doctora en Sociología y Master en sociología de la Universidad Autónoma de Barcelona. Licenciada en Trabajo Social y Magíster en Desarrollo Urbano de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

Fuente: El Observatodo