Libertad Religiosa
¿Para qué la Libertad Religiosa?
Los derechos fundamentales de los que gozamos todos los seres humanos, son garantías que tenemos, que practicamos, pero que no podemos dar por sentado.
Tal afirmación no es otra cosa, sino la confirmación que los ciudadanos tenemos la inmensa responsabilidad de mantener prácticas que desde lo individual y lo colectivo, promuevan el respeto de los derechos humanos, entre ellos, la vida, la educación, y para lo que ahora nos convoca: la Libertad Religiosa.
Está Libertad amparada en múltiples instrumentos internacionales, en palabras que todos podamos entender, es la opción libre y personal de escoger o no, una creencia o práctica religiosa y ejercitarla en público o en privada, en lo interno, pero también en lo externo junto a una congregación.
Hoy en Chile, cruzamos momentos importantes que marcaran un rumbo definitivamente democrático y participativo para todos los chilenos y los aquí residentes. Y ese ambiente de renovación que ha propiciado la instalación y el trabajo de la Constituyente, nos extiende una invitación, para el dialogo, la concertación y sobre todo dispone un escenario constitucional incluyente en el que todos estemos representados y nuestros derechos fundamentales sean garantizados y respetados.
De modo que los términos en los que esperamos que la Libertad Religiosa quede consagrada en la nueva constitución, se orientan al reconocimiento de la diversidad religiosa y a las garantías para la práctica libre, sin imposiciones o restricciones por parte del Estado se manifiesten.
En las próximas semanas la AMCH, hará entregas de diferentes publicaciones, en las que explicaremos conceptos relacionados con la Libertad Religiosa y porque es tan importante que se garantice este derecho para todas las personas, porque hablar de la libertad que tienen las personas de escoger en que creer o no creer, es hablar de la dignidad misma de los seres humanos.